Busca información en al menos hasta tres o cuatro generaciones previas, y hasta en siete si es posible. Esto te ayudará mucho.
Obtén nombres y apellidos
Los nombres que recibimos son como contratos inconscientes, un programa que continúa, que limita la libertad y condiciona nuestra vida. Es importante saber quién ha dado el nombre y el porqué. Algunos se repiten de forma sospechosa… Sigue las pistas.
Fecha de nacimiento, concepción (se verá directamente) y defunción
El inconsciente retiene los dramas y eventos por las fechas. Es simbólico y los números los entiende muy bien. Fechas de boda, de separaciones u otras que por alguna razón llamen la atención o se repitan.
Número de orden, rango de hermandad o fraternidad
El número de llegada a la familia. Tenemos que contabilizar todos los nacimientos y todos los abortos que se hayan producido.
Hay muchas páginas que te ayudarán a crear el árbol genealógico, pero lo mejor es hacerlo a mano (eso ya da información) y sigas un orden: visual, con símbolos para los hombres y las mujeres, los abortos, las separaciones, etc.; y también un orden vertical o ascendente, desde ti hacia arriba (hacia tus padres, abuelos, bisabuelos, etc.); y horizontal, en el que se observe claramente el orden de llegada. Verás similitudes y repeticiones muy interesantes
en la parte horizontal.
En ese árbol buscaremos:
- Enfermedades, síntomas y patologías. Buscar quién ha sufrido la misma enfermedad, síntoma o bloqueo que tú. Investiga todo lo relacionado con tener hijos; con embarazos, abortos, bebés, niños o parturientas fallecidos; con patologías derivadas de los embarazos y partos, o previas a estos, y cualquier información dramática asociada a la fertilidad, el embarazo y la maternidad.
- Historias varias y hechos destacables. Haber vivido una guerra, ruinas económicas, robos…; problemas de herencias, hijos ilegítimos, engaños, adulterios, incesto, violaciones, abusos sexuales, niños con discapacidad física o psíquica, muertes inesperadas, abortos, accidentes, suicidios…; actividades realizadas de forma exagerada, semejanzas y afinidades, relación dramática madre-hijo… Cualquier información que recabes en tu historia familiar es válida, aunque para el tema que nos ocupa nos centraremos en lo relacionado con los traumas de madres o hijos en cualquier aspecto, o en situaciones terribles en las que se ha perdido el sentido de vida.
- Secretos familiares. El denominador común es la vergüenza, algo que se siente como un estigma en el clan y se mantiene escondido. Nuestra sintomatología tiene mucho que ver con los secretos familiares, que salen a la luz en forma de conflictos o bloqueos en nuestra vida y nuestro cuerpo. En un pasado aún reciente, muchas situaciones o eventos suponían una deshonra y se ocultaban, como quedarse embarazada sin estar casada, o el adulterio, o los hijos con alguna deficiencia..
No pierdas detalle. Y presta especial atención a la línea ancestral femenina. Es muy potente la información transmitida de mujer a mujer.
La Universidad de California, en San Francisco (Estados Unidos), ha realizado una investigación con diferentes familias que demostraba por primera vez cómo las hijas heredan la estructura del cerebro emocional de sus madres. Las estructuras de los circuitos córtico-límbicos (asociados a las emociones) se transmiten más a menudo de madres a hijas que de madres a hijos o de padres a hijas o hijos. La información del sistema límbico controla respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales, y según este estudio, algunas de esas respuestas son heredadas, es decir, se producen en nosotras cuando realmente el origen ha podido iniciarse en nuestra madre, nuestra abuela o incluso varias generaciones más atrás


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