Toma conciencia y escuchar esa parte de ti que no habla en el lenguaje de tu mente, sino de tus emociones, tus intuiciones, tus sentimientos…
A continuación, algunos de los bloqueos frecuentes que causan problemas de fertilidad:
- La desvalorización heredada de la línea ancestral femenina.
- Desconectada del amor. No me creo capaz de cuidar o dar amor, porque no lo he recibido y siento que no seré capaz de ofrecerlo.
- Unión simbólica – Unión “legal”. Memorias de mujeres que se han quedado embarazadas sin haber contraído matrimonio (o al margen de él) y se vieron sometidas al juicio, la vergüenza o la expulsión de la familia o del pueblo, o al rechazo del marido. Puede que si tú estás soltera, ya que ahora es frecuente no casarse, tu inconsciente diga no al embarazo para no repetir ese trauma que tienes grabado.
- Mujeres con muchos hijos que han sido el drama de su vida. La solución es no tenerlos, como a ellas les hubiera gustado.
- Hijos abandonados o a los que se les ha matado, en el transgeneracional o en vidas anteriores. No se valoró el regalo otorgado por la vida y ahora hay un castigo o una especie de deuda que se ha de saldar.
- Aborto voluntario y la culpa posterior. Una parte se ha desconectado de la maternidad para no sentirse tan culpable ni sufrir ese dolor.
- Los niños robados, que han dejado un dolor inmenso en las madres, cuyo inconsciente teme que se repita.
- ¿Qué es lo que no es normal en tu vida? ¿Qué es lo que no te parece normal vivir o haber vivido? Cuando sientes que algo se aparta de la norma o no lo crees normal, el niño no tiene cabida. No puedo acoger este niño en esta casa, en esta situación, en este tipo de relación, en estas condiciones que para mí no son normales, etc.
- No quiero que se repita el embarazo, el de mi madre (cuando me gestó a mí) o uno propio de otro hijo. Un embarazo despierta memorias de embarazo.
- Miedo a un niño con problemas, con una discapacidad física o psíquica, quizás por un drama vivido en el clan que no quieres que se repita porque es una vergüenza, una desgracia…
- Hijo de reemplazo. Si mis padres perdieron un bebé del que no han hecho el duelo y yo he llegado para sustituirlo, puedo tener la sensación de no ocupar un lugar correcto en la familia, encontrar impedimentos para realizarme en la vida, no sentirme reconocida ni escuchada o mirada por quien soy; puedo presentar una actitud de inmovilidad en diferentes aspectos, dificultad para experimentar el placer de vivir y culpabilidad cuando se disfruta, cargar con una existencia dolorosa y con la obligación de hacer felices a mis padres antes que a mí misma. Esta dura misión es capaz de imposibilitarnos para tener hijos. Se sacrifica la propia existencia y la persona vive otra que no le pertenece.
- Gemelo perdido. Memorias de embarazos múltiples; incluso de nuestra propia gestación, compartida aun sin que nuestra madre lo supiera. Esa primera pérdida nos ha podido estructurar para el futuro sin saberlo.
- Agotada. Se han acabado las fuerzas, la energía, las ganas de seguir… ¡El cuerpo necesita energía extra para concebir y gestar!
- Creencias limitantes. Los hijos te quitan la libertad, se te acaba la vida, rompen la pareja… Crees que no podrás ser una buena madre y que no merece la pena traer hijos a un mundo tan hostil.
- Pérdida de la esperanza y de la magia. Los milagros han existido siempre y siguen existiendo; hay que retomar nuestra conexión con esa magia que hace posible lo que te parecía inalcanzable.
- Enfocada y estructurada en lo negativo y en el problema, en vez de en lo positivo y en el objetivo. Estado emocional incorrecto.
- Estructurada y acostumbrada al sufrimiento. Mamá maltratada en el embarazo, después del parto y en su vida cotidiana. Si creo que lo normal es sufrir, ¿Cómo me va a suceder algo bueno a mí o a mis hijos?
- No entender aumenta el bloqueo. Entender el origen del problema y el problema como la solución. El mensaje de los abortos y de esos niños que se han perdido y todo lo que te está ocurriendo y el porqué en este proceso pueden desbloquear una parte importante. De lo contrario, buscarías respuestas donde no las hay.
- El síndrome del embarazo bloqueado, es decir, el doble bloqueo. Como no conocíamos el problema original, llevamos mucho tiempo intentándolo sin resultado o se han producido varios abortos, y ahora surge un segundo problema que se ha creado y es el miedo a no conseguirlo o a perderlo. Te crees incapaz porque has sumado tiempo de resultados negativos por no entender la verdadera causa.
- Desencarnada. Mujeres que han perdido el contacto con su cuerpo. Muy mentales. Precisan la reconexión y reconciliación con el cuerpo.
- El valor de la vida. Aprecio la vida, acepto la vida, agradezco la vida, celebro la vida. ¿En algún momento te desconectaste de esto?
- Fechas grabadas y ciclos biológicos memorizados. Conflictos conocidos como el “síndrome de aniversario” y curiosas repeticiones que no sabemos ver, como una patología a la espera de ser reconocida o resuelta.
- El amor fuera de la familia es peligroso, relaciones y casamientos dentro de la familia. Esto se convierte en un nuevo problema, ya que se rebasa el límite del amor fraternal, de manera que se corta e impide la descendencia.
- Hijos bastardos. Descendencia de hijos ilegítimos que parecen no tener derecho.
- Incesto simbólico. A veces hemos buscado en nuestra pareja a nuestro padre, nuestra madre, abuelo o miembros del clan que hay que traer de nuevo para reparar su ausencia, pero luego es difícil concebir simbólicamente con ellos…


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